Halloween es una de las festividades más esperadas del año, no solo por los disfraces y las golosinas, sino también por la oportunidad de transformar nuestros hogares en lugares mágicos y espeluznantes. El primer impacto visual que ofrecemos a nuestros vecinos y visitantes es nuestra puerta, por lo que darle un toque especial puede hacer que esta festividad sea aún más memorable. A continuación, te presentamos algunas ideas DIY para convertir tu entrada en la más terrorífica «puerta de Halloween».
Puerta de Halloween: bienvenidos a la casa del terror
La puerta de casa es una de las zonas más importantes que debemos decorar para Halloween, ya que será lo primero que vean nuestro invitados. Sigue leyendo y te presentamos distintas ideas sencillas pero muy efectistas con las que crear tu propia puerta de Halloween. ¡Toma nota!
1. Siluetas espeluznantes
Una idea sencilla y económica es recortar siluetas de brujas, gatos, murciélagos o fantasmas en cartulina negra. Pega estas figuras en tu puerta, creando un escenario tenebroso. Con unas velas (reales o de LED) detrás, las sombras proyectadas añadirán un extra de misterio a tu puerta de Halloween.
2. Telarañas hechas a mano
Utiliza lana blanca o hilo grueso para tejer tus propias telarañas. Puedes adherirlas en los rincones de la puerta o colgar pequeñas arañas de plástico. ¡Cuanto más detalladas y extendidas, más realistas se verán!
3. Manos zombi
Compra unos guantes de látex y rellénalos con algodón o papel de periódico. Píntalos de un color verdoso o grisáceo y colócalos de manera que parezca que hay manos saliendo de debajo de tu puerta de Halloween. Este efecto, sin duda, causará más de un susto.
4. Ojos que te vigilan
Recorta círculos de diferentes tamaños en papel fluorescente. Durante el día, no se notarán mucho, pero cuando oscurezca, brillarán en la oscuridad dando la sensación de que hay múltiples ojos vigilando desde tu puerta.
5. Letrero maldito
Con pintura que brille en la oscuridad, puedes escribir mensajes como «No entrar» o «Cuidado con el monstruo». Al caer la noche, tu puerta de Halloween enviará un mensaje escalofriante a quien ose acercarse.
6. Esqueletos terroríficos
Un clásico que no puede faltar en Halloween son los esqueletos. Si colocas diferentes esqueletos en lugares estratégicos, ya sea en la propia puerta o en la entrada de casa, conseguirás crear un efecto terrorífico para todas tus visitas.
Decorar la puerta de Halloween no tiene por qué ser una actividad costosa ni complicada. Con un poco de imaginación y materiales que, en muchos casos, ya tenemos en casa, podemos convertir nuestra entrada en una auténtica puerta de Halloween. No solo será divertido prepararlo, sino que también te ganarás el reconocimiento y admiración de todos los que pasen por tu hogar. ¡Feliz Halloween!
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