Tipos de radiadores eléctricos: todas las claves

tipos de radiadores eléctricos

Cada vez son más las casas que cuentan con radiadores eléctricos para la calefacción. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos dispositivos presentan una gran variedad de formatos y maneras de funcionar. Por ello, existen diferentes tipos de radiadores eléctricos y, según el caso, nos interesará más escoger uno u otro. 

Si quieres saber más sobre los distintos tipos de radiadores eléctricos que hay y cuáles son sus características más importantes, sigue leyendo y te contamos todas las claves. 

¿Qué tipos de radiadores eléctricos hay?

Según la forma que tienen de funcionar y de producir calor, vamos a encontrar cuatro tipos de radiadores eléctricos principalmente. Son los siguientes:

1. Radiadores de aceite

Los radiadores de aceite son una solución clásica y efectiva para la calefacción de interiores. Aunque su tecnología es de las más tradicionales en el ámbito de los radiadores eléctricos, su popularidad no ha decaído debido a su eficiencia y fiabilidad.

Estos radiadores funcionan calentando el aceite contenido en su interior mediante elementos eléctricos. El aceite, una vez caliente, circula por las aletas o paneles del radiador, transmitiendo el calor al ambiente. Una de las principales ventajas de este sistema es que el aceite mantiene el calor durante un tiempo prolongado, incluso después de apagar el radiador, lo que proporciona una calefacción continua y homogénea.

Algunas de sus principales ventajas son las siguientes: 

  • Calor duradero: al retener el calor por más tiempo, los radiadores de aceite ofrecen una sensación de calidez constante, por lo que son ideales para habitaciones que requieren una temperatura estable durante largos periodos. Por ejemplo, un salón o un dormitorio. 
  • Silenciosos y constantes: al no depender de un ventilador, estos radiadores funcionan de manera muy silenciosa, convirtiéndolos en una opción ideal para dormitorios o espacios de trabajo.
  • No requieren mantenimiento: a diferencia de otros sistemas de calefacción eléctrica, como el suelo radiante, los radiadores de aceite no necesitan mantenimiento regular, ya que el aceite no se consume ni necesita ser reemplazado.
  • Portabilidad: muchos modelos vienen con ruedas o asas, lo que facilita su traslado de una habitación a otra según sea necesario.

A pesar de sus ventajas, los radiadores de aceite tienen algunas consideraciones a tener en cuenta. Su tiempo de calentamiento puede ser más largo comparado con otros tipos de radiadores eléctricos, y su diseño puede ser más voluminoso y menos estético. Además, aunque el calor es duradero, la eficiencia energética puede ser menor en comparación con opciones más modernas, como los radiadores de inercia térmica o los emisores térmicos.

2. Radiadores de inercia térmica

Otro de los tipos de radiadores eléctricos más importantes son los radiadores de inercia térmica. Los radiadores de inercia térmica, también conocidos como radiadores de calor azul o radiadores de fluido térmico, representan una de las tecnologías más avanzadas en calefacción eléctrica. Su popularidad se debe a su eficiencia energética y a su capacidad para proporcionar un calor uniforme y confortable.

Estos radiadores funcionan calentando un material de alta inercia térmica, como fluido térmico, cerámica o incluso piedra. Este material acumula calor y lo libera gradualmente al ambiente, incluso después de apagado el aparato. Esta característica permite una distribución más uniforme del calor, evitando los picos y valles de temperatura que son comunes en otros tipos de calefacción eléctrica.

Las principales ventajas de los radiadores de inercia térmica son las siguientes: 

  • Eficiencia energética: la capacidad de retener calor y liberarlo lentamente reduce la necesidad de energía constante, lo que se traduce en un ahorro considerable en el consumo eléctrico.
  • Confort térmico: la distribución uniforme del calor evita las fluctuaciones bruscas de temperatura, proporcionando un ambiente más agradable y estable.
  • Control preciso: muchos modelos incluyen termostatos digitales y programadores, permitiendo un control exacto de la temperatura y del tiempo de funcionamiento.
  • Seguridad y durabilidad: estos radiadores no queman oxígeno ni resecan el ambiente, lo que los hace seguros y adecuados para todo tipo de espacios, incluidos los dormitorios de niños.

A pesar de sus numerosas ventajas, los radiadores de inercia térmica pueden tener un costo inicial más alto en comparación con otras opciones. Además, su peso y diseño los hacen menos portátiles. De hecho, lo más habitual es que vayan directamente instalados en la pared, igual que los radiadores tradicionales. En este sentido, es importante considerar el tamaño y la disposición de la habitación para asegurarse de que el radiador sea del tamaño adecuado y esté bien ubicado para una distribución óptima del calor.

3. Radiadores de panel

Otro de los tipos de radiadores eléctricos más usados son los radiadores de panel. Este tipo de radiadores, a menudo conocidos como radiadores eléctricos de convección, son una solución moderna y estilizada para la calefacción de espacios. Su diseño delgado y elegante los convierte en una opción popular, especialmente en hogares y oficinas con un fuerte enfoque en la estética.

Los radiadores de panel operan mediante convección, calentando el aire que pasa a través y alrededor del panel. Están diseñados para maximizar la superficie de contacto con el aire, lo que permite una rápida transferencia de calor. Estos radiadores suelen ser de metal y pueden incluir un panel frontal de vidrio o cerámica, lo que les da un aspecto moderno y limpio.

Las principales ventajas de los radiadores de panel son las siguientes: 

  • Diseño estético: su estilo delgado y minimalista los hace adecuados para interiores modernos, pudiendo incluso actuar como elementos decorativos.
  • Calentamiento rápido: son eficientes en calentar rápidamente pequeñas áreas, lo que los hace ideales para uso puntual en habitaciones específicas. Por ejemplo, en un baño pequeño
  • Fácil instalación: la mayoría de estos radiadores son fáciles de instalar, y algunos modelos portátiles simplemente solo requieren ser enchufados a una toma de corriente.
  • Variedad de diseños: existe una amplia gama de tamaños y estilos, lo que permite elegir el radiador que mejor se adapte al espacio y decoración existente.

A pesar de su eficiencia a la hora de calentar rápidamente, los radiadores de panel no son la mejor opción para espacios grandes o para proporcionar calor continuo durante períodos prolongados, ya que esto podría llevar a un mayor consumo de energía. Además, su superficie puede alcanzar temperaturas altas, por lo que se debe tener cuidado en espacios con niños o mascotas.

4. Emisores térmicos

Finalmente, otro de los tipos de radiadores eléctricos que también nos podemos encontrar son los emisores térmicos. Los emisores térmicos representan una de las tecnologías más avanzadas en calefacción eléctrica. Son conocidos por su eficiencia energética y su capacidad para proporcionar un calor confortable y bien distribuido.

Los emisores térmicos funcionan mediante la generación de calor en un elemento conductor, como la cerámica o una aleación metálica. En definitiva, elementos que actúan como resistencias eléctricas para generar calor. A diferencia de los radiadores de inercia, no se basan tanto en almacenar calor sino en generarlo y distribuirlo de manera eficiente.

Esto les permite calentar más rápidamente y de manera más eficiente que otras opciones de calefacción eléctrica. Además, muchos modelos incorporan termostatos digitales y sistemas de programación, lo que permite un control preciso de la temperatura y el tiempo de funcionamiento.

Las principales ventajas de los emisores térmicos son las siguientes: 

  • Eficiencia energética: su tecnología avanzada permite un uso más eficiente de la energía, lo que se traduce en un menor consumo eléctrico.
  • Control preciso: la programación y los termostatos digitales ofrecen una gestión detallada de la calefacción, ajustándose a las necesidades específicas de cada momento.
  • Calor uniforme: proporcionan un calor homogéneo, lo cual es ideal para crear un ambiente confortable en toda la habitación.
  • Seguridad y confort: al no quemar oxígeno ni resecar el ambiente, son seguros para su uso en todo tipo de espacios, incluyendo habitaciones de niños.

Aunque los emisores térmicos son altamente eficientes y ofrecen muchas ventajas, su costo inicial puede ser más alto en comparación con otros tipos de radiadores eléctricos. Además, su instalación suele ser permanente, lo que los convierte en una mala opción si lo que se está buscando es una solución de calefacción portátil o temporal. 

distintos tipos de radiadores eléctricos

¿Qué tipo de radiador eléctrico es más eficiente?

Cuando se trata de eficiencia energética en la calefacción de hogares y oficinas, no todos los tipos de radiadores eléctricos son iguales. La eficiencia de un radiador eléctrico depende de varios factores, incluyendo su diseño, el material de fabricación y la tecnología que utiliza para generar y distribuir calor, así como del uso que le vayamos a dar. De esta forma, según cada circunstancia, nos encontraremos con que el más eficiente de todos puede no serlo en una circunstancia distinta, y viceversa. 

A continuación, vamos a profundizar en los diferentes tipos de radiadores eléctricos de los que hemos hablado. De esta forma, podremos determinar cuál puede considerarse el más eficiente según cada caso en particular. 

Radiadores de inercia térmica

Los radiadores de inercia térmica son ampliamente reconocidos por su alta eficiencia energética. Utilizan materiales como la cerámica o fluidos térmicos que retienen el calor y lo liberan gradualmente. 

Esta capacidad de almacenar calor y liberarlo de manera uniforme significa que el radiador no tiene que funcionar constantemente para mantener una temperatura agradable, lo cual reduce significativamente el consumo de energía. Son una buena opción para espacios grandes y espacios en los que la calefacción va a estar encendida durante mucho tiempo

Emisores térmicos

Los emisores térmicos también se destacan en términos de eficiencia. Al no depender de un medio como el aceite o el agua para transferir calor, son capaces de calentar un espacio de manera rápida y eficiente. Con termostatos digitales y programadores, estos radiadores permiten un control preciso de la temperatura, asegurando que solo utilizan la energía necesaria. 

Al igual que los radiadores de inercia térmica, son una buena opción para espacios grandes y lugares en los que la calefacción va estar encendida durante mucho tiempo. Su principal diferencia es que estos, al calentar el ambiente antes, son más rápidos a la hora de lograr una temperatura de confort. Sin embargo, también suelen ser más caros que los radiadores de inercia térmica. 

Radiadores de panel

Aunque los radiadores de panel pueden calentar rápidamente una habitación, su eficiencia puede disminuir en espacios más grandes o si se requiere un calor constante durante largos periodos. Sin embargo, para calentamiento puntual en áreas específicas, pueden ser una opción eficiente. 

Son una buena opción para lugares que requieren calor de forma temporal. Por ejemplo, un baño en el que solo se vayan a utilizar mientras nos duchamos

Radiadores de aceite

Los radiadores de aceite, aunque son eficaces para mantener una temperatura estable durante largos periodos, suelen ser menos eficientes en términos de consumo energético. Esto se debe a que tardan más en calentarse y pueden consumir más energía para mantener el calor comparado con tecnologías más modernas. 

Sin embargo, este tipo de radiadores eléctricos es el más habitual cuando se trata de calefacción portátil. Por ello, son una buena opción si no queremos calentar toda la casa o si los vamos a utilizar como complemento a la calefacción general de la vivienda

En resumen, los radiadores de inercia térmica y los emisores térmicos suelen ser las opciones más eficientes en términos de consumo de energía y distribución del calor. Sin embargo, la elección más eficiente también dependerá de las necesidades específicas del espacio y el uso previsto. Por ejemplo, para un calentamiento rápido y puntual, un radiador de panel podría ser la mejor opción, mientras que para un calor constante y uniforme, los radiadores de inercia térmica son ideales.

distintos tipos de radiadores eléctricos

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