Si estás considerando renovar tus suelos o mejorar el aspecto de tu hogar, la tarima flotante es una excelente opción. Por lo general, suelen ser los carpinteros quienes instalan este tipo de suelo. Sin embargo, con las herramientas y los materiales adecuados, cualquier persona puede hacerlo sin problema. Si quieres saber cómo instalar tarima flotante paso a paso, y conseguir unos resultados perfectos, sigue leyendo y te contamos cómo hacerlo.
¿Qué es la tarima flotante?
La tarima flotante es un tipo de revestimiento de suelo compuesto por tablones que se ensamblan entre sí sin necesidad de clavos o adhesivos. Su nombre proviene de la forma en que «flota» sobre el suelo existente, sin estar directamente fijada a él.
Esta característica la hace ideal para renovaciones, ya que se puede instalar sobre diferentes tipos de superficies, como hormigón, baldosas o madera existente. Además, la tarima flotante suele estar fabricada con una capa superior de madera real, lo que le confiere una apariencia natural y cálida.
¿Qué ventajas tiene la tarima flotante?
Antes de comenzar la instalación, es esencial comprender las ventajas que ofrece la tarima flotante en comparación con otros suelos:
- Durabilidad: la tarima flotante está diseñada para resistir el desgaste diario y el tráfico constante, lo que la convierte en una opción duradera para tu hogar.
- Fácil mantenimiento: su superficie es fácil de limpiar y requiere poco mantenimiento, lo que la hace ideal para familias numerosas u hogares con mascotas.
- Versatilidad: puedes encontrar una amplia variedad de colores y estilos para adaptarse a cualquier decoración de interior.
- Instalación sencilla: a diferencia de otros tipos de suelos, la instalación de tarima flotante es un proceso relativamente sencillo que puedes hacer tú mismo.
- Mejora el aislamiento acústico y térmico: gracias a que la tarima flotante cuenta con un aislamiento previo a la instalación de la propia tarima, esta mejora la eficiencia térmica de la vivienda.
¿Cómo instalar la tarima flotante paso a paso?
La instalación de tarima flotante puede parecer un proceso complicado, pero siguiendo estos pasos cuidadosamente, puedes lograr resultados profesionales y transformar tus suelos de manera efectiva sin necesidad de contratar a un carpintero.
Paso 1: Preparación
Antes de empezar con el proceso de cómo instalar la tarima flotante, debemos preparar la zona de trabajo. Antes de empezar, asegúrate de que la superficie existente esté limpia, nivelada y seca. Inspecciona cualquier irregularidad o daño en el suelo subyacente y, si es necesario, realiza las reparaciones pertinentes.
Retira las molduras o rodapiés de las paredes con cuidado, ya que las volverás a colocar al final del proceso. Esto garantiza que las tablas de tarima flotante puedan encajar debajo de las molduras para un acabado limpio.
Paso 2: Subsuelo y aislamiento
Una vez que el subsuelo esté en buenas condiciones, coloca una barrera de aislamiento de humedad y ruido sobre él. Esta barrera actúa como una capa protectora que evita que la humedad y los ruidos pasen a través del suelo y dañen la tarima flotante.
Además, proporciona una base cómoda y aislada para caminar sobre el nuevo suelo. Existen diferentes tipos de aislamiento que puedes instalar, aunque los más comunes son lonas de aislamiento especialmente diseñadas para colocar tarima flotante encima. Asegúrate de que las tiras de aislamiento se superpongan y se adhieran adecuadamente para evitar filtraciones no deseadas.
Paso 3: Empezar la instalación
Una vez que hayas colocado la lona de aislamiento sobre el suelo de base, empieza la instalación de la tarima flotante propiamente dicho. Comienza la instalación de la tarima flotante en una esquina de la habitación, generalmente en la esquina opuesta a la puerta de entrada. Coloca la primera tabla en un ángulo de aproximadamente 20-30 grados con respecto a la pared, asegurándote de que la lengüeta esté orientada hacia la pared y la ranura hacia el centro de la habitación.
A medida que bajes la tabla hacia el suelo, la lengüeta debe encajar en la ranura de la tabla anterior. Esto asegura una conexión sólida y estable. Repite este proceso con las siguientes tablas, manteniendo una distancia uniforme entre ellas, generalmente alrededor de unos 6 mm aproximadamente, para permitir la expansión natural de la tarima flotante.
Paso 4: Ajustes y corte
A medida que te acerques a la pared final, es posible que necesites cortar las tablas para que encajen correctamente. Utiliza una sierra de calar, una sierra circular o una sierra de mano con dientes finos para realizar los cortes necesarios. Asegúrate de medir y marcar cuidadosamente antes de cortar, ya que la precisión en este paso es crucial para un ajuste perfecto.
De hecho, a la hora de colocar la tarima flotante, este es el paso más tedioso o que más tiempo puede llevar. Como hemos visto, el proceso es tan sencillo como, simplemente, instalar el aislamiento del suelo y, sobre él, la tarima flotante, cuyas piezas encajan entre sí sin problema gracias a las lengüetas. Sin embargo, para que el suelo encaje perfectamente con la forma de la superficie de cada habitación, es necesario cortar las unidades de la tarima para realizar este ajuste.
Paso 5: Molduras y acabado
Con todas las tablas instaladas, vuelve a colocar las molduras o rodapiés de las paredes que habías retirado previamente. Esto proporcionará un acabado limpio y profesional a tu nuevo suelo de tarima flotante. Utiliza clavos o adhesivos adecuados para fijar las molduras de manera segura.
Siguiendo estos pasos detallados y prestando atención a los detalles, podrás disfrutar de un suelo de tarima flotante de alta calidad en tu hogar, mejorando su estética y funcionalidad de manera significativa.
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