En muchas ocasiones, las puertas pueden comenzar a rozar el suelo debido a asentamientos en la estructura de la casa o a cambios en la humedad o de la temperatura. Este problema puede causar molestias y daños tanto en la puerta como en el suelo. Sin embargo, existe una solución sencilla que nos permite evitar este problema. Basta con cepillar la puerta. Es decir, lijar la parte inferior de la hoja de la puerta para que deje de rozar con el suelo.
Si quieres saber cómo puedes cepillar una puerta tú mismo igual que lo haría un carpintero profesional, sigue leyendo y te lo contamos.
¿Qué es cepillar una puerta?
Cepillar una puerta es un proceso de ajuste que implica quitar una pequeña cantidad de material de la parte inferior de la puerta para que deje de rozar el suelo al abrirse o cerrarse. Esto se hace utilizando una herramienta llamada cepillo de carpintero, que es una herramienta manual o eléctrica diseñada específicamente para este propósito.
Materiales necesarios para cepillar una puerta
Antes de comenzar con el cepillado de la puerta, asegúrate de tener a mano las herramientas básicas y los materiales que vas a necesitar:
- Cepillo de carpintero: puede ser un cepillo manual o eléctrico, según sus preferencias y habilidades.
- Bloques de lija: para suavizar los bordes y superficies después de cepillar.
- Mascarilla y gafas de protección: para protegerse de posibles virutas y polvo durante el proceso.
- Regla o medidor: para medir la cantidad exacta que debe ser eliminada de la puerta.
Cómo cepillar una puerta paso a paso
A continuación, te presentamos los pasos clave para cepillar una puerta que roza el suelo:
Paso 1: Inspección
Comienza por evaluar la situación. Abre y cierra la puerta varias veces para identificar dónde está ocurriendo el roce. Esto te ayudará a determinar qué parte de la puerta debe ser cepillada y cuál no.
Paso 2: Retira la puerta
Si el roce es significativo, es posible que necesites quitar la puerta de sus bisagras (cuando el roce es pequeño, a veces se puede solucionar simplemente pasando papel de lija por debajo de la puerta). Para hacerlo, desenrosca los pernos de las bisagras con una llave adecuada y retira la puerta con cuidado.
Paso 3: Marca la línea de corte
Utilizando una regla o medidor, marca una línea en la parte inferior de la puerta, indicando cuánto material debe ser eliminado. Asegúrate de que la línea sea recta y paralela al suelo.
Paso 4: Cepillar la puerta
Con el cepillo de carpintero, comienza a eliminar el material sobrante siguiendo la línea que has marcado. Hazlo de manera gradual y verifica con frecuencia para asegurarte de no eliminar más material del estrictamente necesario.
Paso 5: Comprobación continua
Durante el proceso, prueba la puerta varias veces para verificar si el roce ha desaparecido. Ajusta según sea necesario y, cuando el roce haya desaparecido, no retires más material de la puerta con el cepillo de carpintero.
Paso 6: Lija los bordes
Una vez que hayas alcanzado el ajuste adecuado, lija los bordes y superficies de la puerta con un taco de lija para que quede suave al tacto.
Paso 7: Volver a instalar la puerta
Si has retirado la puerta, vuelve a colocarla en las bisagras y asegúrala correctamente.
Cepillar una puerta que roza el suelo es una tarea que puedes realizar tú mismo. Solo necesitas las herramientas adecuadas y un poco de paciencia. Con los pasos mencionados anteriormente, puedes resolver este problema de manera efectiva y evitar futuros daños, tanto a la puerta como al suelo de tu hogar.
Recuerda que en Ferretería Ibermadrid encontrarás todo lo que necesitas para este y otros proyectos de bricolaje. Visita nuestra web y encuentra todo lo que necesitas a un solo click.