La pintura con esmalte es uno de los tipos de pintura más resistentes y duraderos que podemos encontrar. Por eso, se suele utilizar para pintar superficies que necesitamos que soporten bien las inclemencias del tiempo y cualquier otro peligro al que se enfrenten. Sin embargo, la pintura al esmalte también tiene algunas desventajas importantes que conviene conocer antes de usarla.
Si quieres saber más sobre la pintura con esmalte y cómo utilizarla igual que lo haría un pintor profesional sigue leyendo y te damos todas las claves.
¿Qué es la pintura al esmalte?
A grandes rasgos, la pintura al esmalte es una pintura que está formulada con base de aceite o sustancias sintéticas. Es decir, que su base no es de agua. Esto hace que la pintura al esmalte se tenga que disolver y limpiar con disolvente o aguarrás, ya que, al estar formulada con aceite, el agua no se mezcla con ella.
¿Qué diferencia hay entre pintura acrílica y esmalte?
La diferencia entre la pintura acrílica y la pintura de esmalte es la base que se utiliza como disolvente. Es decir, ambas pinturas cuentan con el pigmento, que es la parte de la pintura que le da color a la sustancia. Y, además del pigmento, también tienen la base, que es sustancia que se utiliza como soporte del pigmento.
En el caso de la pintura acrílica, la base que se utiliza es agua, mientras que en el caso de la pintura al esmalte la base que se utiliza es aceite o sustancias sintéticas. Esta es la razón por la que la pintura sintética sí que se puede disolver y limpiar sólo con agua. Mientras que las pinturas al esmalte necesitan usar disolvente o aguarrás.
Además de la base de cada una de ellas, otras diferencias importantes entre la pintura acrílica y la pintura al esmalte son las siguientes:
- La pintura acrílica se seca más rápido que la pintura al esmalte o pintura acrílica.
- La pintura acrílica es menos resistente que la pintura al esmalte o pintura sintética.
- La pintura con esmalte o sintética tiene un acabado menos poroso que la pintura acrílica. El resultado de la pintura con esmalte es más brillante, como si se tratase de una superficie vidriada.
- Después de pintar, los pinceles, brochas y el resto de instrumentos de pintura, se limpian con agua en el caso de la pintura acrílica. Mientras que en el caso de la pintura al esmalte o sintética se deben limpiar con disolvente o aguarrás.
¿Qué se puede pintar con pintura de esmalte?
Casi cualquier cosa se puede pintar con una pintura de esmalte. Sin embargo, debido a que la pintura al esmalte es más resistente que la pintura acrílica, lo más habitual es que se utilice para pintar superficies que vayan a estar al aire libre. Es decir, que puedan dañarse con más facilidad por las inclemencias del tiempo.
Algunos ejemplos de materiales que se suelen pintar con pintura con esmalte o pintura sintética son los siguientes:
- Superficies de metal: marcos de ventanas, barandillas, rejas, etc.
- Superficies de madera exterior: barandillas, celosías, columnas, marcos de puertas y ventanas etc.
- Superficies de plástico: cerramientos, ventanas de PVC, mobiliario de exterior, etc.
- Superficies de cerámica: azulejos, gres, macetas, etc.
Gracias a la gran resistencia que tiene la pintura con esmalte o pintura sintética, las superficies pintadas con este tipo de pintura soportan sin problema elementos como la lluvia, el viento, la nieve o la radiación solar.
¿Cómo se pinta con pintura con esmalte?
Los pasos a seguir para pintar con este tipo de pintura son los siguientes:
Elegir el tipo de pintura adecuado
Como es lógico, lo primero que debemos hacer es elegir el tipo de pintura al esmalte que vamos a utilizar. Hoy en día encontramos muchos tipos de pintura sintética o pintura esmaltada. Según las necesidades de lo que vayamos a pintar, elegiremos una u otra.

Además de escoger la pintura, también es importante que contemos con disolvente o aguarrás, ya que lo vamos a necesitar para poder usar la pintura sintética correctamente.

Lijar la superficie que vamos a pintar
Si es necesario, antes de pintar debemos lijar la superficie que vamos a pintar. Esto nos ayuda a eliminar cualquier resto de suciedad o de pintura antigua que quede en la superficie, y nos ayuda a conseguir un acabado perfecto.
Dependiendo del tamaño de la superficie que vayamos a pintar, podemos utilizar una lijadora eléctrica o un taco para lijar de forma manual.

Aplicar imprimación sintética
En el caso de que la superficie que vayamos a pintar sea porosa (por ejemplo, madera o cerámica), antes de pintar, se recomienda aplicar una capa de imprimación. La imprimación es un producto que sella el poro de la superficie en la que se aplica, lo que evita que la pintura se absorba y asegura que quede en la superficie que vamos a pintar.
En el caso de que la superficie que vayamos a pintar no sea porosa, no será necesario aplicar la imprimación. Por ejemplo, si pintamos una superficie de metal o de plástico.
Aplicar la pintura
Una vez que tenemos la superficie que vamos a pintar con pintura con esmalte lista, podemos aplicar la pintura propiamente dicho. Para ello usaremos un rodillo o una brocha, e iremos extendiendo la pintura poco a poco por toda la superficie.

Si fuera necesario, podemos disolver un poco la pintura añadiendo un poco de disolvente en un recipiente aparte con la pintura que vayamos a utilizar. Esto nos ayuda a que la pintura no sea tan densa y que, al aplicarla, se extienda mejor por la superficie que vamos a pintar.
Dejar secar la pintura sintética
La pintura sintética tarda en secarse al menos 24 horas. En cualquier caso, deberemos seguir las instrucciones del fabricante, que será donde figuran los tiempos de secado de cada producto.
Aplicar una segunda capa de pintura con esmalte
Una vez que la primera capa de pintura se ha secado por completo, podemos aplicar una segunda (o incluso tercera) capa de pintura. Para ello seguiremos los mismos pasos que hemos seguido a la hora de aplicar la primera capa, y lo haremos tantas veces como sea necesario hasta que la superficie quede completamente cubierta por la pintura y consigamos un aspecto homogéneo.
Limpiar el material de pintura
Para limpiar el rodillo, la brocha o cualquier otro material que hayamos usado para pintar, como es pintura sintética, debemos hacerlo con disolvente o aguarrás. Al hacerlo, debemos tener cuidado de no tocar con las manos el disolvente ni el aguarrás, ya que podrían producirse quemaduras.
Como puedes ver, la pintura con esmalte o pintura sintética es algo más complicada de trabajar que la pintura acrílica. Sin embargo, también es una de las mejores opciones para pintar superficies exteriores que deben soportar sin problema las inclemencias del tiempo.
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